Este imprevisto hizo que el club tuviera que dejar fuera de la lista de inscritos para la Liga de Campeones a un jugador de campo, chandal del psg y el elegido fue el joven belga Bakkali. Para entonces la insurrección ya se había convertido en una guerra civil a la que se le adhirieron características étnicas enfrentando a la mayoría sunita del país con la minoría chiita alauita a la que pertenece al-Ásad.