Gracias a los ingresos extra que obtuvo el club por la ampliación de su estadio en 1948 pudo trazar un plan para consolidar al equipo en la máxima categoría del fútbol español. En 1913, el compromiso alcanzado dos años antes se había terminado, y nuevas discrepancias entre los clubes causaron la creación de dos torneos paralelos, uno organizado por la FECF en Madrid y otra por la cismática Unión Española de Clubs (UEC) de reciente creación, que se disputó en Barcelona.