Tres penaltis fallados consecutivos. Dos disparos entre los tres palos en 129 minutos. Si en 2018 caía en octavos de final del Mundial ante Rusia desde los 11 metros, un torneo más tarde volvió a vivir la misma situación, en este caso frente a Marruecos. En un partido que radiografió todos los vicios de la Selección, el combinado nacional dirigido por Luis Enrique se murió de miedo ante un rival que ocupa el número 22 en el ránking FIFA.